APERTURA DE LA IGLESIA AL MUNDO ACTUAL SEGUN EL CONCILIO VATICANO 11

Resumen

-- El Concilio Vaticano II representó una apertura crucial de la Iglesia Católica al mundo moderno, impulsada por la visión del Papa Juan XXIII. Este cambio significó pasar de una postura condenatoria a una de misericordia y diálogo, reconociendo los desafíos y esperanzas de la humanidad. La transformación fue estructural, al fomentar la participación y el consenso entre los obispos, y sistemática, al revisar la liturgia para hacerla más accesible y redefinir la Iglesia como "Pueblo de Dios" bajo la primacía de la Palabra de Dios. En esencia, el Concilio buscó que la Iglesia se viera como un sacramento de salvación en un mundo donde el Espíritu ya actúa, instando a la solidaridad, el discernimiento de los signos de los tiempos y, fundamentalmente, a una encarnación en la realidad de los pobres como el verdadero camino hacia la evangelización y la plenitud cristiana.